Pioneras al cuidado de la piel
Olaya García SeaSkin Life, beneficios a partir del agua, las plantas y el trabajo de las abejas
—Olaya García, empresaria de 42 años, se crio en Oviedo. Cuenta que su madre tenía allí un negocio apícola (La Casa del Apicultor) y el propóleo unido al potencial de los bosques asturianos la inspiraron. Estudió Empresariales, hizo un máster sobre tendencias de mercado en Icade y un posgrado de marketing, y en 2008 la alergia que le produjo un filtro solar le hizo “buscar ingredientes naturales para evitar los petroquímicos”. Así fue como decidió crear SeaSkin Life, una marca de cosmética cuya filosofía se basa en el contacto directo con el medio ambiente, la aromaterapia y las experiencias holísticas, y que vio la luz en 2010.
—El 99% de sus artículos tienen una composición orgánica a base de plantas, con elementos de productos que crean las abejas, como la jalea real, y presentes en aguas termales y el mar. En este último apartado, y tras años de investigación, ha desarrollado un compuesto que une el agua del manantial del Balneario Real de Las Caldas (Asturias) con un aceite marino concentrado elaborado a partir de la posidonia —que se cosecha en las salinas de Fornells (Menorca)—. Las sales de la isla balear contienen todos los minerales (magnesio, selenio, sílice, litio, cobre, calcio) y oligoelementos que ayudan a restaurar el manto ácido de la epidermis.
—Este ingrediente, presente en sus cremas, lociones, jabones y aceites, dispone de la denominación de origen Menorca-Asturias 100% Orgánico. Con su aplicación tópica asegura que se estimula la producción de colágeno, se mejora la elasticidad y también la salud de la piel.
—Todos sus envases son de vidrio para conservar las propiedades de sus ingredientes. Y sus 45 productos pueden encontrarse en 65 spa y hoteles con spa nacionales e internacionales, como el Hermitage de Andorra o el Greco de Fuerteventura, así como en su tienda de Oviedo. Como muchos están cerrados por la pandemia, este último año han incrementado la venta por internet.
Julia Chacón Luxmetique y la nutricosmética: cuidarse desde dentro hacia fuera
—Tras varios años trabajando en multinacionales del sector de la belleza (Shiseido, LVMH y Johnson & Johnson), en 2017 la empresaria cordobesa Julia Chacón (35 años) decidió lanzar su propia línea de cosméticos y nutricosméticos. “Quería crear una marca premium que simplificara los rituales de belleza. ¿Cómo? Haciendo un cambio de diana: nuestra filosofía se basa en el cuidado integral desde dentro hacia fuera, tratando el problema en su origen con los mejores ingredientes y en las dosis apropiadas”, explica la directora de desarrollo de producto y CEO de la marca. Su propósito era claro: sus productos debían funcionar mejor que los ya existentes en el mercado.
—Con ese reto nació su primer nutricosmético bebible (un suplemento de colágeno antiedad) y rompió stock en las farmacias. Incluso durante un año tan complicado como 2020, la marca ha crecido hasta un 32%. “Utilizamos activos de altísima calidad y péptidos de máxima biodisponibilidad. Muchos de los productos Luxmetique están patentados”, explica Chacón. Además, cuenta que la mayor parte de sus activos tienen estudios de eficacia y ensayos clínicos.
—El equipo de expertos que trabajan para Luxmetique está integrado por bioquímicos, farmacéuticos, nutricionistas y biólogos que desarrollan nuevas formulaciones. En la actualidad cuenta con nueve productos de nutricosmética centrados en la belleza y el bienestar y dos sérums de aplicación tópica.
—Este año, la firma tiene previstos cuatro nuevos lanzamientos: uno de ellos será una fórmula con activos beneficiosos para prolongar la longevidad de las células y así tratar de conseguir un bienestar general en el organismo, además de mantener la juventud de la piel.
—La creación de los productos se realiza en una importante fábrica de complementos alimenticios ubicada en La Rioja. Es un made in Spain de principio a fin que cuenta con certificaciones como la GMP que garantizan la calidad y, sobre todo, la seguridad de cada uno de sus artículos.
Guillermina Mekuy Clé Clémentyne, cremas para todo tipo de piel y edad de una exministra de Cultura
—Preocupada por la salud y el cuidado de la piel, Guillermina Mekuy (38 años) decidió lanzar su propia línea cosmética: Clémentyne, una gama de cremas, limpiadoras, protectores solares, exfoliantes y mascarillas para todos los tonos de piel que presta atención a las necesidades de mujeres de todas las edades. Después de cuatro años de estudios y un intenso trabajo de investigación, la firma vio la luz en plena pandemia, “una época difícil pero ilusionante”, asegura la creadora. Entre sus productos destaca, por ejemplo, una colección específica para pieles mestizas y negras “que ayuda a unificar las manchas del sol y cuenta con factor de protección”.
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— jung 정 “average Asian” Sun Sep 06 22:07:19 +0000 2020
—Nacida en Guinea Ecuatorial, a los cinco años Mekuy se trasladó con sus padres a Madrid, donde más tarde estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma.
—Antes de crear su propia firma, en 2008 volvió de nuevo a su país natal y ocupó los cargos de ministra de Cultura y Turismo (fue la primera mujer en ostentar este puesto), secretaria de Estado de Cultura y senadora. También fundó la revista Meik, La Esencia del Mestizaje (2013), una publicación multicultural que actualmente es un magazine digital (www.meikmag.com) y una editorial para dar voz a nuevas escritoras. Creó la Biblioteca Nacional de Guinea Ecuatorial y una red de bibliotecas públicas en todo el país. Desde 2016 vive en Madrid con su familia, pero su relación con el país centroafricano sigue siendo muy estrecha. “Me siento unida a ambas culturas”, asegura.
— Los pilares de la marca fundada por Mekuy son el cuidado y la protección de la piel bajo la bandera de la diversidad a un precio asequible. “El cuidado de mi piel siempre ha estado presente en mi vida. Desde pequeña, mi madre nos inculcó que debíamos aplicarnos crema a diario. Me gusta cuidar de mí misma, pero también me gusta cuidar de los demás. Es por ello por lo que tenía claro que debía crear productos cosméticos prácticos, eficaces y asequibles, para que todo el mundo tuviese acceso a ellos”, explica.
—El agua que contienen las cremas ha sido ultrafiltrada para que tenga gran pureza y, de este modo, conseguir una mayor fijación de los componentes en la piel para aumentar así su efectividad.
—Clé Clémentyne es una marca de producción totalmente española fabricada en Toledo. Los cosméticos se formulan siguiendo la máxima de utilizar el menor número de ingredientes posibles, con activos efectivos y seguros para todo tipo de piel.
—El último lanzamiento de la marca, LUI, es un producto para el cuidado de la piel de los hombres que contiene colágeno y vitaminas A, C y E, pensado para recuperar la luminosidad y la hidratación. Un nuevo nicho de mercado en el que acaba de estrenarse y en el que espera hacerse un hueco.
Miriam Quevedo Productos de lujo para el cutis y el cabello que triunfan en Asia
—Con el mismo nombre que su creadora, la firma de alta gama Miriam Quevedo distribuye en 23 países, muchos de ellos en Asia. Actualmente exporta el 80% de sus ventas, y aunque la pandemia supuso un duro revés inicial, les ha hecho reforzar la venta online, creando incluso un servicio de consultoría digital.
—Su pasión por la cosmética comenzó cuando de niña ayudaba a su madre en la herboristería propiedad de la familia, en Barcelona. Allí descubrió el potencial de las materias primas puras que escondían las plantas y sus beneficios para la piel y el cabello. Investigó cada ingrediente hasta convertirse en experta y sus creaciones comenzaron a tener una gran demanda entre los clientes de la herboristería.
—Con estudios de estética, licenciada en Económicas y con un máster en Pequeñas y Medianas Empresas de Esade, en 2005 lanza su propia marca. Lo hace en colaboración con su marido, propietario de un laboratorio de investigación y desarrollo de cosméticos. “¿El resultado? Una línea de productos formulada con altas concentraciones de exclusivos compuestos [oro, caviar…]”. Incluye desde tratamientos rejuvenecedores para cabello y cuero cabelludo hasta rituales personalizados para el cuidado más avanzado de la piel. “En mis formulaciones mezclo ingredientes botánicos y orgánicos con péptidos de última generación. Se trata de usar las mejores materias primas y de encontrar la sinergia perfecta entre naturaleza y ciencia”, explica la empresaria catalana, que prefiere no decir su edad.
—Carentes de químicos nocivos —más del 80% de sus compuestos son naturales, orgánicos o biológicos—, sus productos están libres de parabenos y sulfatos, y buscan reducir su impacto en el medio ambiente. En lugar de utilizar limpiadores a base de detergentes químicos, incorporan tensioactivos naturales de origen botánico respetuosos con el entorno y con la piel.
—La firma está reemplazando el plástico convencional por plástico 100% reciclado procedente de la caña de azúcar.
María Unceta-Barrenechea Olazar María D’uol, pionera en cosmética oncológica
—Cuando la bilbaína María Unceta estudiaba Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid, dedicaba sus vacaciones a investigar: prestaba ayuda en una farmacia de Vitoria a cambio de que le permitiesen crear sus propias fórmulas. Algunas de ellas acabaron en la basura, pero otras, como su crema anticelulítica a base de cafeína, carnitina y ruscus, tuvieron un gran éxito. Aquello la animó a desarrollar su propia línea de cosmética.
—“Colaboraba con la cátedra de galénica y de farmacología, me familiaricé con el uso de las plantas y pensé que, si eran buenas para hacer medicamentos, también tenían que serlo para formular productos cosméticos”. Y así nació María D’uol en 1990. “Mi motor siempre ha sido desarrollar fórmulas que no existiesen en el mercado”. Así lanzó en 2002 una de las primeras BB creams (“buscaba un remedio para mis propias manchas”) o en 2007 su sérum de ácido hialurónico.
—El verdadero bum profesional le llegó en 2015, cuando lanzó su línea Oncology, que formuló para prevenir, aliviar y reparar los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia sobre la piel. La idea de crear estos productos nació cuando la madre de Unceta padeció cáncer, y la farmacéutica comprobó que los tratamientos provocaban irritación, picores e hipersensibilización en la piel. Por eso sus cosméticos tienen una textura de bruma, mucho más delicada con la dermis. Hoy, la línea ha sido rebautizada como Carmen en homenaje a su madre.
—Considera fundamental dar a conocer cuáles son los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia y cómo con un buen diagnóstico y el producto adecuado se puede mejorar la calidad de vida de las personas en tratamiento.
—A través de la red sanitaria nacional, forma a enfermeras y personal médico en cosmética oncológica e imparte clases en las 60 clínicas y 600 centros estéticos de España donde se distribuyen sus artículos. Posee más de 100 referencias en el mercado y una trayectoria de más de 25 años de trabajo, rigor y dedicación. Hoy lucha por la internacionalización de su firma y, a causa de la pandemia, por mejorar su presencia en el mercado digital.