Hogar Hermoso maquillaje La vez que hablamos con Barbie Ferreira (‘Euphoria’) de todo menos de ‘body positivity’

La vez que hablamos con Barbie Ferreira (‘Euphoria’) de todo menos de ‘body positivity’

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    De verdad que no buscamos centrar este artículo en el cuerpo de Barbie Ferreira. Ni en lo "suave, rellenito y bonito" que es (L.A. Times, septiembre de 2020) ni en cómo ha "aprendido a aceptar sus curvas" (Daily Mail, el día siguiente de esta sesión de fotos). Tampoco queremos hablar de "cómo se siente el ser reducida a sus atributos más obvios y útiles para vender". (Them., septiembre de 2019) O de cómo el "término modelo plus size" es algo con lo que se sienta cómoda. (W, hace miles de años, en marzo de 2016).

    Y aún así, aquí estamos, utilizando el primer párrafo para introducir la primera gran portada de la actriz de 23 años. Hablando sobre su cuerpo.

    Permítenos un pequeño 'spoiler': es todo una trampa. El señalar su cuerpo y celebrarlo transmite un mensaje poco alentador de "¡Esta chica no delgada está triunfando! ¿Te lo puedes creer?". Sí, es importante que gente como Barbie aparezca en la gran pantalla. Gente que represente este tipo de físico y que envíen un mensaje positivo a otras mujeres (especialmente las que más se parecen a ella), transmitiendo que ellas también pueden conseguir todo lo que se propongan. El simple hecho de que Barbie exista compensa en gran medida todos esos años que hemos llevado mangas largas para ocultar nuestros brazos, gastado dinero en pastillas adelgazantes o posado detrás de nuestras amigas en una foto grupal. Todo con la esperanza de parecer más delgada.

    Barbie también lo entiende. Sabe que la mera existencia de su cuerpo en Hollywood, es un soplo de aire fresco. También es consciente de lo importante y que es ver alguien con quién te puedes identificar en un anuncio, en la tele o en una película. Pero eso no quiere decir que sea justo. No valida que tenga que seguir hablando de su cuerpo cuando lo único que quiere hacer es hablar de sus ambiciones, su trabajo y su talento. Cualquier cosa menos el físico.

    En fin, pasemos a otra cosa. Barbie es una de las protagonistas de 'Unpregant' (estreno este otoño), una comedia sobre un 'road trip'... para abortar. Y la verdad, nos encanta el argumento. Se trata de una historia sincera, divertida y muy real. "Normalizar el aborto es lo que se debe hacer". Afirma Barbie bajo unas luces de led de su cocina, a través de Zoom. "La sociedad presiona mucho a las personas que abortan, diciéndoles que deberían sentirse culpables o avergonzarse por ello. Pero lo cierto es que la mayoría se sienten aliviadas".

    Barbie interpreta a Bailey, una chica de instituto solitaria y peculiar, cuya ex mejor amiga es Veronica (Haley Lu Richardson), una estudiante de último año con un perfil de Instagram perfecto. Ambas reconectan cuando Verónica descubre que está embarazada y necesita viajar a otro Estado para abortar. Los amigos de Veronica son muy críticos y sus padres demasiado religiosos para pedirles ayuda, y Bailey tiene un coche.

    Sabemos lo que estás pensando y no, no se trata de uno de esos personajes lineales cuyas inseguridades sirven para hacer comedia o para completar al personaje principal. Bailey es un personaje completo, con su propia historia y argumento. Y lo más importante: "Mi personaje no está centrado en su físico", dice Barbie. El papel de Bailey no implicaba un tipo de cuerpo -ni el 'rellenito' ni el que "tiene sobrepeso y es descarado". Ambas descripciones de personajes vistas por Barbie-. Cualquiera, en teoría, podría ser Bailey. "Fue genial no hablar de mi cuerpo o ni hacer referencias a él por una vez", añade.

    El poder interpretar a un personaje con tantos matices es algo especial para Barbie, sabiendo que su objetivo siempre ha sido actuar, incluso cuando empezó como modelo con 18 años. Concretamente, como "modelo curvy", sin ni siquiera serlo al 100%. Teniendo una talla 40, ha tenido que ponerse relleno en sesiones de fotos para llenar la ropa que le pedían modelar de Adidas, H&M, Target, Missguided, ASOS, y otras marcas con líneas 'plus-size'.

    Sin eembargo, cuando aumentó de peso y alcanzó la talla 44,"la gente me decía que perdiera peso, ¿me estás vacilando?" recuerda mientras gesticula con las manos signos de desesperación. "Todo este tiempo me he dedicado a hablar sobre ser uno mismo y nadie me estaba escuchando. En ese momento entendí que incluso si lo gritaba desde lo alto de una montaña, mi mensaje sólo sería utilizado como estrategia de márketing más".

    Y aún así, Barbie siguió gritando -especialmente en entrevistas con publicaciones de moda- y su denuncia sobre cómo la industria trata a las modelos de cuerpos no minúsculos, la catapultó a otro sector. Barbie entró en la lista de 'Adolescentes más Influyentes' de la revista 'Time' en 2016 y se convirtió en una referente del movimiento 'body positive'. Y desde entonces no ha dejado de influenciar. A principios de año, firmó para convertirse en la primera imagen de Becca Cosmetics, eso sí, bajo sus propias condiciones. "Les dije, no estoy interesada en un contrato con una marca de belleza que solo se dirija a chicas blancas, delgadas y hetero", nos cuenta mientras frunce el ceño de una manera que expresa "eh, ¿hola? ¿no entendéis lo obvio que es?" "Ese perfil de chica no me interesa y no entra en lo que considero belleza. De hecho, quiero ver menos de eso, ocupa demasiado espacio en el mundo. ¿Por qué no probamos algo nuevo?"

    Ese fue el momento en el que el mundo descubriría que, si bien su físico ha sido parte de la carrera de Barbie hasta ahora, no va a ser algo que la defina de cara al futuro. Además, basta con verla para darse cuenta de que es mucho más ecléctica e interesante de lo que nos habían contado de ella. Tiene un.. ¿cómo se dice...? ¿Encanto? Sí, si no sonara a algo que dicen las abuelas. ¿Carisma? También suena a antiguo. Barbie es la palabra con la que nombrarías lo que lleva puesto hoy, que es básicamente lo mismo que escribir "look chica indie" en el buscador de Pinterest. Una camiseta negra 'oversize' con un Frankenstein fumando superpuesta con una camiseta de manga larga floral de Gaultier. En la cabeza, un moño deshecho pero no desordenado; al cuello un collar de plata con imperdibles; en las oreja izquierda, un pendiente de plata en forma de media luna.

    Se ha vestido para Zoom, lo que significa que no tendría que ver su mitad inferior, pero cuando se mueve para sentarse en el sofá, ahí los vemos: unos pantalones cortos de baloncesto de Ravenclaw. (También nos ha enseñado fuera de la pantalla un nuevo tatuaje. "Es una espiral en el culo", dice con indiferencia. "Una espiral para mi espiral de cuarentena". Su novia, la artistaElle Puckett, lo hizo con un kit de 'handpoke' en casa que Barbie regaló a Elle por su cumpleaños).

    La primera impresión que nos da, es de ser una chica bastante tranquila, aunque nos admite que no puede hacer nada de con calma. "O me esfuerzo demasiado o no lo hago en absoluto", confiesa, antes de entrar en detalle sobre su adicción a Animal Crossing. "Tuve que fijarme horas límite porque estaba tan enganchada que me daban las cuatro de la mañana. Es ridículo que haya pasado tanto tiempo en este juego. Es que tienes que hacer cada cosa a mano. Por mano, me refiero a la Nintendo Switch. Una cascada por aquí, un jardín por allá... "

    Ser un poco obsesiva y lidiar con mucha ansiedad está en su ADN. "Como miembro senior de la Generación Z, hemos pasado por una buena cantidad de malos tiempos", dice Barbie. "Mi primer día de preescolar fue el 11 de septiembre. Éramos los conejillos de indias de Internet: tienes 11 años, toda la oscuridad de la web está concentrada en tu ordenador y puedes hacer 'scroll' por ella". Cuando era adolescente, estaba en todo: Tumblr, LiveJournal, Neopets, RuneScape, Xanga. "Eso tuvo que hacerle algo a mi cerebro", continúa. "Tengo una ansiedad paralizante. También muchos problemas de depresión, de alimentación, paranoias y cosas raras que pasan por mi cabeza que estoy segura de que provienen de Internet. No sé si estamos diseñados para hacer esas cosas... para chatear con extraños cuando tienes 9 años. Dios sabe con quién estaba hablando".

    Luego está la historia de su familia, que es un retrato del sueño americano que hasta hace poco todavía se predicaba como una posibilidad real. Barbie fue criada por una madre soltera brasileña, con una tía y una abuela cuidándola mientras su madre, ahora chef privada, compaginaba la escuela culinaria con un trabajo agotador en un restaurante. "Fue difícil", dice Barbie, "pero la abuela siempre estaba allí, dispuesta a llenar mi cerebro con historias fantásticas".

    "Digamos que embellece las cosas", responde la madre de Barbie, Janaina, que acaba de entrar en nuestro Zoom.

    "Mamá, la abuela decía que comió con Gisele Bündchen", responde Barbie.

    Cuando Barbie salió por primera vez de Nueva York para mudarse a Los Ángeles, Janaina la llamaba por FaceTime dos veces al día solo para saludarla y para asegurarse de que seguía viva. "Si no respondía, me iba a llamar seis veces", se ríe Barbie. "Sí, mamá, me encanta hablar contigo, pero me olvidaré de llamarte, y eso no significa que esté muerta". Es una diferencia cultural, explica Barbie, una cosa que los niños estadounidenses de primera generación conocemos muy bien: nuestros padres simplemente no entienden por qué no contestamos el teléfono todo el tiempo o no volvemos para cenar todas las noches. Como cuando su madre la visita y Barbie le ofrece alojarse en un buen hotel o Airbnb, pero Janaina se queja porque quiere quedarse con Barbie, incluso si eso significa dormir en el sofá.

    En este momento, no se han visto desde Navidad, el tiempo más largo que han estado separadas. "Me gusta creer que somos amigas", dice Janaina. "Y sé que cuando las cosas se ponen serias, para bien o para mal, soy la primera persona con quien hablas". Sí, la fantasía de ser amiga de tu madreen este caso es real. Se puede notar a través de la pantalla.Se nota cuando Barbie enseña los pimientos rellenos que ha estado cocinando durante nuestra entrevista y su madre responde que no le gustan los pimientos rellenos, que ella prefiere calabacín relleno.

    Y luego está lo obvio, la razón más simple pero más importante por la que no puedes apartar la mirada de Barbie: su talento innato. "Yo era una niña muy, me atrevería a decir, empática" dice, "y tal vez demasiado sensible". Actuar era lo único que la alejaba de esos sentimientos. Hizo teatro y después de clase ensayaba obras de teatro con el club local de drama, arrastrando a su abuela a las audiciones. "Aunque mi abuela no hablaba inglés, no sabía ni dónde estaba", nos cuenta.

    A los 21 años, Barbie hizo una audición para el papel de Kat Hernandez de 'Euphoria' y antes de dárselo, dudaron como diez veces entre ella y otra actriz. "Nunca en mi vida he estado tan nerviosa", dice. "Estaba literalmente explotando interiormente. Ni siquiera podía moverme la mayor parte del día porque estaba pensando todo el rato: 'necesito esto, no quiero nada más, dame esto, dame esto, eso todo lo que necesito'".

    Y recibió la llamada. Bueno, técnicamente tres llamadas perdidas: de su agente, su manager y el director de casting, mientras estaba en terapia. "Le dije a mi terapeuta: 'Carol, tengo que responder esto'", dice Barbie riendo. "Ella me respondió: 'estaré aquí tomes la decisión que tomes'. Amo a Carol".

    Si has visto la serie (y sé que lo has hecho), entenderás por qué fue la elegida. Barbie nunca parece estar sobreactuando. Todo el valor, el trabajo, la reflexión necesaria para dar vida a un personaje tan complicado como Kat es evidente, pero no se nota en su actuación.

    Barbie tiene unos cimientos muy realistas y son estos los que la han ayudado a cosechar tanto éxito. En un mundo donde predominan las respuestas evasivas y complacientes, su autenticidad resulta refrescante. Por ejemplo, destaca no sincera que es sobre sus preocupaciones sobre que oportunidades como la de 'Euphoria' o 'Unpregnant', lleguen a su fin. No solo para ella, sino para cualquier persona que no tenga el físico normativo de Hollywood. (Sí, lo siento, volvamos al tema del cuerpo, solo por un segundo). "Temo que deje de 'estar de moda'", dice. "Que las marcas sigan buscando modelos y personajes lo más delgadas posible".

    La actriz también nos ha hablado de su principal preocupación este año: las elecciones estadounidenses. A Barbie le da miedo lo que pueda suceder (sus palabras), y debería asustar a todos lo suficiente como para ir a votar (de nuevo, sus palabras). "Desde que Trump fue elegido, he notado lo populares que son las incitaciones al odio y las ideas violentas" dice Barbie, mirando al techo mientras elige sus palabras con cuidado. "Es un flaco favor a uno mismo pensar que todos piensan como tú. Ahora mismo estoy en un punto de mi vida en el que veo que estoy viviendo en un mundo diferente al de mucha gente".

    "Creemos que somos el mejor país, creemos que somos perfectos, creemos que somos la tierra de la libertad, pero no es así", continúa. "Estamos desilusionados con nuestro país. Creo que es parte de la razón por la que la Generación Z tiene mucha angustia, tristeza y neurosis mentales. Todavía no hemos asimilado esto". (Eso podría explicar el cigarrillo electrónico del que sigue inhalando. Había anunciado públicamente en Instagram que lo dejaba junto con su co protagonista de Euphoria, Hunter Schafer, pero "ahora he vuelto", dice. "Es una adicción en la que estoy trabajando. No soy perfecta").

    Hoy por hoy, Barbie se desahoga con sus amigas como muchas de nosotras, especialmente cuando se trata de responder a mensajes llenos de odio y a los ataques personales que le llegan. Su mejor amiga, la actriz Rowan Blanchard, dice: "Mucha gente siente que puede hablar sobre la vida de cualquiera. En esos momentos, le recuerdo a Barbie: 'Eres increíble, amiga. Eres una pasada. Tienes tanto talento, tanta inteligencia y belleza'. A veces necesitas que alguien te haga de espejo, ¿sabes?"

    Esa es Barbie: un espejo. Nuestro espejo, nuestro consuelo. Ser testigos de cómo sólo hablan de ella para comentar su físico nos hace un nudo en el estómago. En ella reflejamos nuestros propios miedos y preocupaciones que no siempre compartimos. El miedo a no ser considerada lo suficientemente válida, la incomodidad de no sentirse querida por como somos. Esos temores que no nos abandonan. Por eso ver a Barbie decir "que le den a todo", verla salir adelante, ocupar tanto espacio como quiera ... es una prueba de que sólo debe importar lo que queremos que importe. Y es un alivio que no nos esperábamos, no porque no supiéramos que lo necesitábamos, sino porque nunca pensábamos que lo conseguiríamos.


    Dirección de moda por Cassie Anderson. estilismo por Chris Horan. pelo por Ken Paves uñas para STYLD by Ken Paves. Maquillaje por Kali Kennedy at Forward Artists usando Becca Cosmetics. Manicure por Queenie Nguyen ay Nailing Hollywood para MiniLuxe. Decoración por el Danielle Von Braun for Art Department.

    Barbie lleva: Look camiseta: Vintage Jean Paul Gaultier top, Pechuga Vintage; Lisa Says Gah camiseta; PH5 shorts; Oma the Label pendientes; Ariana Boussard-Reifel anillo. Look de portada: PH5 top and skirt; LedaMadera earrings; ArianaBoussard-Reifel ring. Champagne look: Vivienne Westwood top customizado, Pechuga Vintage; Story Mfg. pantalones; White/Space Jewelry pendientes. look puesta de sol: Hervé Léger vestido; Cled pendientes. Look silla y champán: Mugler vestido; Ariana Boussard-Reifel anillo. Look plano de cerca: Schiaparelli pendientes; Miaou corset.

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    Vía: Cosmopolitan US

    Etiquetas: Cómo hacer que las empresas de cosméticos te envíen maquillaje.